sábado, 5 de mayo de 2012

El entrenamiento como factor determinante del éxito en sistemas de franquicias del sector de comida rápida





El entrenamiento como factor determinante del éxito en sistemas de franquicias del sector de comida rápida:

Las franquicias como formato de negocios que busca comercializar determinados productos bajo una marca específica, ha revolucionado el mundo de los negocios en nuestro país.

Experiencias exitosas se pueden visualizar con tan sólo darse un vistazo por una avenida de cualquier ciudad principal o al visitar un centro comercial en nuestro país, cuestión que se puede comprobar al investigar el auge de los diversos ramos en sistemas de franquicias en tan sólo poco más de un lustro de haberse iniciado el boom de ese concepto comercial en Venezuela.

La aparición de publicaciones especializadas en la materia y la proliferación de compañías que se encargan de asesorar en el ramo, dan una idea de la trascendencia del negocio. Uno de los sectores con más empuje en el ramo de franquicias ha sido el de comida rápida y no es por azar este desmesurado crecimiento del sector, sino que se debe a la conjugación de varios elementos que se han puesto de manifiesto para alcanzar el crecimiento que atrae la atención de los especialistas en negocios.

Uno de los más importantes, es sin duda el entrenamiento; factor determinante del éxito en el ramo de comida rápida en los sistemas de franquicias venezolanos, debido a:

1) El especial cuidado en cada una de las etapas que conforman el proceso de entrenar el personal de la empresa en cada nivel de la corporación, desde la planificación del entrenamiento como tal, señalado en los manuales de operaciones respectivos, pasando por la selección del personal adecuado, fijando los perfiles correspondientes, estableciendo las directrices a seguir para llevar a cabo el proceso de entrenamiento y poniendo en marcha su ejecución.

2) La evaluación y supervisión constante del entrenamiento, internalizados como procesos bien estructurados e interdependientes, permiten conocer en detalle si se logra optimizar el rendimiento  en todas las unidades de la empresa.

3) La actividad del entrenamiento concebida como labor que permite aprender unos pasos prediseñados en un sistema de producción que debe permanecer inmodificable en el tiempo, es un factor esencial e implícito a la esencia misma del concepto de franquicia; porque sin el entrenamiento preciso y eficaz al personal de la empresa, la repetitividad y la comprobación del formato de negocios sería materialmente imposible.

4) La repetición constante del entrenamiento en todos los niveles de la empresa permite establecer y lograr  en las labores propias de todos los empleados,  una rutina conductual inalterable que proporciona estabilidad a los procesos organizacionales y específicamente en el personal de tiendas encargado de producción, genera una lealtad extrema a las recetas originales de la compañía, obteniendo así el sabor característico del producto, que cohesiona al usuario con los productos de la empresa.

5) La opinión del usuario recogida por encuestas, agrega valor al proceso de entrenamiento al presentar una perspectiva distinta de lo que ocurre con él, ya que si las respuestas a esas encuestas son favorables a la empresa y reflejan satisfacción por el servicio recibido, significa que el proceso de entrenamiento ha sido eficaz y se ha logrado elevar los niveles de calidad, servicio e imagen de la compañía.

6) El entrenamiento constante para los  sistemas de franquicias del sector de comida rápida, es el único camino para lograr y mantener la efectividad del negocio ya que trae como resultado el aumento de la rentabilidad de la empresa, generando así prosperidad a todos los miembros de la corporación, desde los principales ejecutivos que trabajan para la marca en cuestión, hasta el más modesto miembro del personal de tienda, sin significar que sea el menos importante.

7) La arraigada certeza entre todos los miembros de un sistema de franquicias del sector de comida rápida de estar contribuyendo con su trabajo a generar prosperidad para todos los miembros de la corporación, y es precisamente esta creencia la que agrega valor al entrenamiento en los sistemas de franquicias del sector de comida rápida, la conciencia de pertenecer a un gran equipo de trabajo que labora a cada instante por ofrecer el mejor servicio, la mejor calidad, en un ambiente higiénico y agradable.

© Leonardo Melero. Texto protegido por leyes nacionales e internacionales



Diez causas del fracaso del liderazgo






DIEZ CAUSAS DEL FRACASO DEL LIDERAZGO

1. La incapacidad para organizar detalles. Un liderazgo eficiente requiere capacidad para organizar y controlar los detalles. Ningún líder genuino está jamás “demasiado ocupado” para hacer cualquier cosa que se le pueda pedir en su condición de líder.

Cuando un hombre, ya sea en calidad de líder o de asistente, admite que está “demasiado ocupa do” para cambiar de planes, o para prestar atención a una emergencia, está admitiendo su incompetencia y empieza a adelantar su retiro.


2. Mala disposición para prestar servicios modestos. Los líderes están siempre dispuestos, cuando la ocasión lo exige, a llevar a cabo cualquier tipo de labor que se les pida que hagan.

3. Expectativas de gratificación por "lo que saben" y no por lo que hacen con aquello "que saben". El mundo no paga a los hombres por lo que “saben”. Les pagan por lo que hacen, o impulsan a hacer a otros, el líder debe saber entusiasmar en cada oportunidad.

4. Temor ante la competencia de su gente. El líder que teme que uno de sus seguidores pueda ocupar su puesto está prácticamente condenado a ver cumplidos sus temores tarde o temprano.
 El líder capaz entrena a suplentes en quienes pueda delegar, a voluntad, cualquiera de los detalles de su posición. Sólo de ese modo un líder puede multiplicarse y prepararse para estar en muchos lugares, y prestar atención a muchas cosas al mismo tiempo.

5. Falta de imaginación. Sin imaginación, el líder es incapaz de superar las emergencias, y de crear planes que le permitan guiar con eficacia a sus seguidores, debe visualizar entornos y alternativas.

6. Egoísmo. El líder que reclama todo el honor por el trabajo de sus seguidores está condenado a generar resentimientos.
El verdadero líder no exige ningún honor. Le alegra ver que los honores, cuando los hay, son para sus seguidores, porque sabe que la mayoría de los hombres trabajarán con más entusiasmo por recomendaciones y reconocimientos, que sólo por dinero.

7. Intemperancia. Los seguidores no respetan a los líderes intemperantes. Además, la intemperancia en cualquiera de sus diversas formas destruye la resistencia y la vitalidad de cualquiera que se deje llevar por ella.

8. Deslealtad.  El líder que no sea leal con su organización y con su equipo, con quienes están por encima de él y con quienes están por debajo, no podrá mantener mucho tiempo su liderazgo.
 La falta de lealtad es una de las principales causas de fracaso en todos los terrenos de la vida.

9. Acentuar la autoridad del Liderazgo. El líder eficiente enseña mediante el estímulo y no intenta atemorizar a sus seguidores.
 El líder que trata de impresionar a sus seguidores con su “autoridad” entra en la categoría del liderazgo por la fuerza.
 Si un líder lo es de verdad, no necesitará anunciarlo, a no ser mediante su conducta, es decir, con su simpatía, comprensión y sentido de la justicia, y demostrando, además, que conoce su trabajo y por medio del ejemplo estimular a los demás.

10. Insistir en el título. El líder competente no necesita “títulos” para obtener el respeto de sus seguidores.
 El hombre que insiste demasiado en su título, generalmente no tiene mucho más en qué apoyarse.

Las puertas de la oficina de un verdadero líder permanecen abiertas para todos aquellos que deseen entrar, y su lugar de trabajo está tan libre de formalidad como de ostentación.